El bicampeón nacional también tiene un gran corazón. La mañana de hoy el centenario Olimpia hizo un alto en su apretada agenda de entrenamientos y preparación para el derbi capitalino para llevar un poquito de alegría a un grupo de niños discapacitados del Hogar Bencaleth.
El centro ubicado en la colonia Cerro Grande de Tegucigalpa lleva su nombre en honor a los primeros tres niños con el que se formó, Benito, Carmen y Caleth (Bencaleth). Desde hace casi 30 años reciben niños huerfanos con discapacidades multiples, parálisis cerebral, distrofia muscular, espina bífida, entre otros.
Los niños se mostraron muy contentos y emocionados desde que vieron entrar a su ídolos, los jugadores del popular Olimpia. Bien cambiaditos y formados en un semicírculo esperaban en la entrada para poder saludar a un representativo del cuadro albo integrado por Roger Rojas, Francisco Reyes, Juan Ramón Mejía, Irvin Reyna, Luis Garrido, Erick Menjivar y Carlos Will Mejía.
La directora del Hogar, Delmi Reyes, dio la bienvenida a los jugadores y después de un breve saludo por parte de los niños, pasaron a un corto recorrido por las instalaciones donde se les explicó de que consisten los cuidados que reciben (terapia física y alternativa, etc) además de dar a conocer todas las necesidades y carencias de las cuales padecen.
La visita se cerró con una pequeña representación artística y musical de parte de un grupo de niños dedicado a los jugadores de Olimpia como un homenaje a todas las alegrías recibidas por ellos.
Al finalizar, Irvin Reina brindó unas palabras en nombre de la escuadra: «Para nosotros es una bendición haber venido hoy a este hogar. Estos niños nos han dado una gran lección de vida. Haremos el esfuerzo para volver con más tiempo para poder jugar con ellos. Ojalá Dios bendiga este centro, en especial al personal que hace su trabajo con mucho amor, …Dios recompesará lo que hacen«.
También el «Ro-Ro» quizó expresar su sentir y dijo: «me llena de orgullo ver la cara de felicidad a estos niños, esperamos colaborar con los que podamos. Estamos muy agradecidos por la invitacion.»
Los jugadores abrazaron y jugaron con los niños y ellos respondieron al cariño. Al final de la visita todos se mostraron complacidos con esta actividad que forma parte de la gran «solidaridad olimpista».
¡Ruge león!
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