Irving Reyna debió de esperar más de cinco años en Primera División para poder festejar por primera vez un gol.
El 15 de agosto en Olanchito marcó ante el Victoria, el que es hasta ahora su único gol, y fue para su esposa Damaris Ayala, que le dio su mejor regalo de aniversario.
Un gol que por espacio de diez torneos esperó y por lo cual ya era objeto constante de sus amigos.
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