En el Estadio Nacional se vivió una fiesta blanca de principio fin: Olimpia aplastó 5-0 a un tímido Real España y se clasificó categóricamente a la gran final del torneo Clausura, donde ya espera Marathón. Con la ventaja de haber ganado 0-1 el juego de ida, Olimpia saltó a la cancha más seguro y motivado que el cuadro españolista, que confiaba en una heroica remontada que no fue posible, porque enfrente se plantó un rival superior en todas sus líneas.

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