Alguien tenía que pagar y el que estaba enfrente era el Deportes Savio. Olimpia venía de sucumbir con su invicto ante Marathón y no estaba dispuesto a que otro le pintara la cara, mucho menos en su estadio.
Fueron (7-2) resultado de escándalo con el que los albos humillaron a un equipo cafetero, que pudo haber salido con una goleada histórica del Nacional, pero a pesar de tantos goles, la alegría no fue pletórica para los leones, por la muerte de Francisca de Portillo, madre de Javier Portillo , que tuvo que ceder su lugar en el banco y salir del estadio entre lágrimas, tras conocer la amarga noticia.

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