El Platense avanza como cordero al degüello, sin protestar, sin quejarse, sin levantar la voz. Este Platense no mete ni las manos y con esa pobre actitud la Liga de Ascenso los espera con los brazos abiertos. Un Olimpia práctico y sin sudar el uniforme les ganó 3-0. Si no es por Víctor Coello, la goleada que se hubiera llevado el equipo de Alberto Romero sería de escándalo. Los albos mantienen un invicto que ni el más optimista de los aficionados porteños soñó con quitárselo, afortunadamente Victoria no se alejó por la derrota ante el Choloma.

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