Recompuesto del repugnante fútbol mostrado el domingo, el último campeón aplicó la sustancia que le hace más daño a los equipos de Edwin Pavón y condenó al Choloma, el inexpresivo equipo de Rojo que se regresó al norte con las manos arriba. Así. Literalmente. El Toro se retiró con el Filósofo alzando sus brazos y aplaudiendo la acción que enardeció al pueblo cholomeño al minuto 17, cuando terminó de jugar el conjunto Maquilero.

Compartilo: