El estadio estaba a reventar. Amarillo era el color que predominaba y al final el que celebró fue el blanco. Olimpia no llegó como favorito a semifinales ni mucho menos a esta instancia. Pero anoche el equipo demostró nuevamente lo grande que es. Sacó su casta al ganarle 2-0 a un Real España que terminó primero en la tabla.

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