Dicen en la calle que los clásicos no se juegan, se ganan. Así que Olimpia se encargó de ponerle la camisa de fuerza a la dupla Cardozo-Vega, apagó la luz de los túneles por donde se filtra el fútbol del Verde y aplicó en la grama del Yankel Rosenthal lo que entrenó en la semana. Al final, claro y justo 2-0.

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