Apenas frotó la lámpara y el genio de los deseos le concedió a Néstor Martínez jugarse un partido aparte que, en la suma de todas las cuentas, significó tres puntos vitales para otra pobre traducción de lo que el jefe Danilo Tosello quiere en Olimpia; al final, un pálido 1-0 para el Albo y otro montón de interrogantes en la lona.

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