Con la cerradura floja apareció la Rata Bruschi en el patio del cuartel selacio y el Rey de Copas pudo gritar gol; el liderato merengue ha sido sometido a una prueba de fuego en el mismísimo estadio Nacional y, tras 62 minutos muy flojitos, el Olimpia pudo descomprimir el laberinto que le armó el timonel Jairo Ríos para desarmar la resistencia del Tense y encarecer sus bonos de cara al derbi ante Motagua.

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