Aquella noche el Ricardo Saprissa se quedó en silencio. El DT Nahún Espinoza tenía un cuadro de lujo, proyecto a tricampeón… era un equipo que jugaba solo, y las estrellas debían de esperar en el banco de suplentes. La historia lo registra un 18 de octubre de 2005; era un torneo Interclubes de la Uncaf. Nahún mandó al campo a Noel Valladares en el arco; en la defensa a Maynor Figueroa, Mario Beata, Yobani el Zancudo Ávila y Boniek García. En el medio salió Wilson Palacios, Hendry Thomas, Rony Morales y Danillo Tosello. En la delantera Luciano Emilio y Everaldo Ferreira. En el banco se quedaron Wilmer Velásquez, el Flaco Pineda, Juan Cárcamo y Walter Hernández, entre otros.

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