El director del instituto España Jesús Milla Selva, Miguel Recarte, anticipadamente imaginaba que sería imposible controlar al estudiantado que a como diera lugar buscaría una fotografía o un autógrafo de los jugadores del Olimpia y no se equivoco. Los planes eran que los merengues compartirían con los jóvenes en la cancha de baloncesto, pero la avalancha de estudiantes tiró todo por la borda. El horario de la visita se tornó pesado, porque a las 11:00 de la mañana el calor era insoportable, más el asedio de los estudiantes provocó que los jugadores buscaran encerrarse en algún lugar donde el estudiantado les dejara tranquilos. Danilo Tosello y sus asistentes más el grupo de jugadores, tuvieron que encerrarse en una pequeña aula que era insuficiente para ellos, sumado a que la prensa también ingresó para recoger algunas impresiones de los futbolistas.