El momento más emotivo se dio al término del partido, la salida del emblemático jugador merengue, “Wilmer Velásquez”, quien fue sustituido por Carlos Will Mejía, invadió de sentimiento a los miles de olimpistas que presenciaron el juego. Instantes después de la salida del “Matador”, se dio un hecho muy particular, como si fuera parte del protocolo, las luces del estadio se apagaron y las luces de los teléfonos móviles de los aficionados, formaron parte del show y sirvieron para brindarle un homenaje al ídolo blanco.

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